La mirada de esta gaviota se va apagando poco a poco. Los golpes ya no la hacen mas fuerte. Se ha cansado se luchar. Cada rasguño en su fina piel sangra y la debilita. Se ha convertido en un fantasma que sonrie, habla y respira. Pero solo es una mascara. Ya no es feliz, ya no quiere volar y se refugia en su nido en espera de la muerte. Esa muerte liberadora. Esa muerte lenta, agonica, dolorosa, pero menos dolorosa que la propia existencia. No sabe cuanto tiempo tardara en llegar. ¿seguira luchando? ¿o quizas ya ha librado demasiadas batallas? No lo sabe, pero ya ni come, ni duerme, ni vive... ahora solo existe. Y encima es la mala de la pelicula para las gaviotas mayores... es la mala porque aposto por vivir aunque ahora.... ahora... ahora ya no. GRACIAS MAMA, ME HAS VUELTO A HUNDIR, CON TUS MIRADAS, PALABRAS Y CON ESE SENTIMIENTO DE CULPA QUE ME INCRUSTAS EN EL ALMA.
Que duro y que tierno a la vez(a mi parecer).Supongo que cuando nos vamos(con la mente) sólo queda de nosotros nuestro cuerpo sin más, ya no realizamos acciones útiles, nos debilitamos, sangramos sin dolor, es una muerte en vida, somos nuestro propio asesino a la vez que lloramos siendo nuestra propia victima.Espero haber cogido la esencia de tu escrito, ya se sabe de una frase cada uno hace su propia interpretación...Feliz2010
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